viernes, 6 de agosto de 2010

"Ya ha empezado la cuenta atrás" y "Cómo cabrearme"

Ya ha empezado la cuenta atrás:

Me quedan dos días para irme, y la verdad es que estoy exprimiendo al máximo el tiempo que me resta. El fin de semana disfruté de mi regalo de cumpleaños en forma de hotel en la playa. Todo muy romántico y divertido. La verdad es que lo pasé realmente bien. A veces, lo más típico es lo más efectivo para levantarte el ánimo.

Cómo cabrearme (y aquí viene la parte seria del post):

Hace unos años mi familia y yo nos mudamos de un piso a una casa. El piso decidimos alquilarlo y la verdad es que habíamos tenido mucha suerte con los inquilinos: todos pagaban a su hora, eran cuidadosos y lo mantenían en perfectas condiciones, como habíamos hecho nosotros todo el tiempo que vivimos ahí. Mis padres incluso trabaron amistad con alguna de las familias.

Todo cambió hace unos días. La inquilina que habíamos tenido por varios meses se iba. Era de Europa del Este, no recuerdo exactamente el país, trabajaba como aparadora y no habíamos tenido ningún problema con ella (ni nosotros, ni los vecinos). Mi madre y la chica acordaron un día concreto de salida, ya que una familia estaba esperando para ocupar su lugar y había que limpiar y acondicionar todo antes de la nueva entrada.
Llegó el día y mi madre llamó a la señorita. A estas alturas ya supondréis que no le cogió el teléfono. Se acercó al piso y no le abrió la puerta. Mi madre entonces optó por sentarse en la escalera y esperarla: en algún momento tendría que salir. Y así fue. Puso mil y una excusas, y antes de que mi madre se diera cuenta, se marchó. No sabemos donde está y tampoco sabemos cómo localizarla. Lo que si sabemos es el resultado de su paso por el piso:

- Dos colchones (y eso que sólo vivía ella) meados, con restos de menstruación y completamente inservibles.
- El cabecero de la cama sin patas.
- El frigo roto. Diagnóstico del técnico: le han clavado un destornillador en el sistema de nosequé.
- Lavadora sustituida por otra más vieja y que no funciona.
- Cortinas desgarradas.
- Lámparas del pasillo y del comedor rotas.
- Armarios de la galería rotos también.
- Suciedad por doquier.
- El alquiler de un mes sin pagar.


No se si me olvida algo, pero es para que os hagáis una idea. Cuando alquilas un piso sabes a lo que te expones, pero es duro llegar y ver en lo que se ha convertido el que fuera tu hogar durante tantos años y en el que tienes tantos recuerdos... Además, puedo entender que le importe una mierda todo y no lleve cuidado con nada, pero ¿romper la nevera a propósito? Ver para creer.

A todos los gastos de arreglar semejante estropicio hemos de sumarle que a mi madre todavía no le han pagado el sueldo de este mes y que mi padre (que tiene una empresa pequeñita) va a tener que despedir a uno de sus empleados porque apenas tiene trabajo para él mismo. Además se nos ha roto el calentador y el microondas. Otro tanto. No quiero quejarme mucho porque se que actualmente hay gente pasándolo realmente mal con la pésima situación económica...pero joder, es imposible no agobiarse.

A ver si poco a poco se van solucionando los problemas y tomamos un respiro.

1 comentario:

Burbuja dijo...

Normal que te agobies y que te cabrees por la jeta de la gente, sea de aquí o de la conchinchina.

Dejar un piso así no es ni medio normal y las ganas que tendríais de coger a la "inquilina" y hacerla pagar todo el estropicio que ha montado, me las imagino.

Mucho ánimo y ya verás como la cosa se irá solucionando.